TESTIMONIOS

Sólo puedo calificar mi experiencia con Ana como INSUPERABLE. Así, con mayúsculas y todas las letras.
Ana destila profesionalidad a la vez que humanidad en toda su práctica.
En el mes de julio de 2020 empecé sesiones de fisioterapia del suelo pélvico con ella y me he sentido en todo momento muy acompañada tanto en el trabajo físico como en el emocional, perfectamente informada y guiada.
Ana me ha enseñado a comprender la potencia de mi cuerpo como herramienta, a valorar la sutileza y la amabilidad en el trabajo conmigo misma, a maravillarme de los procesos, a entender la conexión cuerpo-mente a un nivel más profundo, a ser consciente de mi sensibilidad.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para Ana por compartir su experiencia y sabiduría, por su trabajo y dedicación en la labor que desarrolla acompañando a mujeres en este viaje tan intenso y maravilloso que es el autoconocimiento del propio cuerpo y la exploración del suelo pélvico en todas sus dimensiones y lo que particularmente representa ese conocimiento para las mujeres.
Helena Z.- 16 de octubre de 2020


Gràcies a les sessions amb l'Ana, durant l'embaràs la meva parella i jo ens vam empoderar
per dur a terme un part no medicalitzat. Després, em va proporcionar una maleta plena de
recursos i imaginació per la recuperació total del meu sòl pèlvic! Mai estaré prou agraïda del
seu dolç acompanyament en un moment tan crucial i delicat de la meva vida!
À. Victory

After giving birth to my son, I started noticing that I was struggling with prolapse and weakness in
my body. And when the quarantine started, I had no idea when I would be able to get help.
Working with Ana has been a huge relief! She is able to diagnose a lot just by working over video
calls with me, and my symptoms are starting to get better. She is patient and very in tune with my
physical and emotional needs even from a distance. I would highly recommend her services to
anyone during their postpartum journey.
Después de dar a luz a mi hijo, comencé a notar que estaba luchando contra el prolapso y ladebilidad en mi cuerpo. Y cuando comenzó el confinamiento [del coronavirus], no tenía idea de cuándo podría obtener ayuda. ¡Trabajar con Ana ha sido un gran alivio! Es capaz de diagnosticar mucho solo trabajando en videollamadas conmigo, y mis síntomas comienzan a mejorar. Espaciente y está muy en sintonía con mis necesidades físicas y emocionales, incluso desde la distancia. Recomendaría sus servicios a cualquier persona durante su viaje posparto.
Jessica O. Postparto confinamiento coronavirus . 


Ana Escudero es una profesional impresionante. Cuando la conocí, por primera vez alguien me habló de forma comprensible y congruente del suelo pélvico más allà de unos musculos al rededor de unos agujeros, y pensé.... menos mal, ya era hora!!!!
Ana ve y entiende el suelo pélvico como entiendo yo la salud de las personas: todo se relaciona con todo. Nuestras emociones influyen nuestro físico, nuestro bienestar/malestar físico cambia nuestras emociones....y nada está aislado del resto, todos los tejidos del cuerpo, todas las partículas de nuestro cuerpo están interrelacionadas y pueden influenciarse para bien....o para mal.

Esta percepción de la salud, que es propia de cada cual, da la posibilidad a que la mujer descubra su físico en rincones que ni sabia que existia....o que tenia olvidados, o dormidos. Pero también da la posibilidad a la mujer de descubrir su potencial emocional, mental y espiritual que a su vez pueden ser motores del sosten y la potencia física.


Ana Escudero tiene un ojo clínico excelente, tan valioso en el diagnóstico del problema!! Pero Ana , por encima de todo, tiene un respeto y una confianza infinita en las mujeres y su potencial.... y desde esa confianza guia a cada mujer, de forma personalizada y única, en cada momento vital,  a encontrar su propio camino hacia una YO más autónoma, con másautoconsciencia y autoconocimiento fisico y emocional....con más herramientas para seguir caminando sola....sabiendo que siempre se puede volver con humildad a buscar un nuevo empujón cuando perdemos el sendero que nos parecia válido....


A mi, como mujer, Ana me ha enseñado una vertiente desconocida de la capacidad de sostén própia como mujer y me ha ayudado a descubrir una mirada y escucha interna hacia mi mujer profunda que siento que nunca va a terminar porque es un camino rico, infinito y poderoso. Ana abrió una puerta enorme hacia mi propio conocimiento y autoconsciencia que me ha enriquecido en formas que nunca imaginé, y que seguro me hayudará a seguir descubriendo nuevas formas que ni siquiera se que existen en mi.


A mi como comadrona, Ana me ha enseñado mucho a nivel teórico y práctico sobre el suelo pélvico de las mujeres y sus funciones y su bienestar o su malestar y como acompañar cada situación. Pero Ana, sobre todo, me ha enseñado que empoderar a las mujeres en sus cuerpos y su capacidad de parir y maternar se puede hacer de distintas maneras....y que la colaboración entre profesionales SIEMPRE enriquece y nos enseña cosas y eso mejor la salud de las mujeres a las que acompañamos....Con Ana he visto mujeres encontrarse, reconocerse, aprenderse, descubrirse, maravillarse y florecer!!!. Con ella yo también he crecido como comadrona y el camino sigue...
Imma Sàrries Zgonc

Madre de dos hijes nacides en casa
Comadrona autónoma

Tras años de no saber por qué tenía que ir al baño muchas veces seguidas y con mucha urgencia
y de pasar por todos los especialistas digestivos del Clínico, me dieron un diagnóstico,
incontinencia fecal por rotura de esfínteres anales. Bum! Sin previo aviso. Pide hora con el cirujano.
La operación no ofrecía muchas garantías pero no conocía ninguna alternativa y quedé apuntada
en una lista de espera.
Hasta que cogí la baja laboral nadie sabía qué me pasaba. Creo que lo peor de todo es el silencio
autoimpuesto, la vergüenza, el miedo a salir a la calle sin saber previamente dónde encontrar un
baño público para una urgencia, llevar un neceser y ropa de recambio por si acaso,  
Fortassec preventivo para salir un fin de semana, y mucha tristeza.
Cuando empecé a contar qué me pasaba me di cuenta de que si decía solo incontinencia se daba
por supuesto q era urinaria. Claro, todas nos meamos de risa y hay anuncios de abuelas
estupendas con absorventes que no se notan. Pero cuando hablas de heces le cambia la cara a
la gente. Y poco a poco me dí cuenta que la vergüenza cambiaba de bando, ya no era tan mía.
Pasaba el tiempo, seguía en lista de espera y me dieron la jubilación por incapacidad absoluta.
Con 52 años. Incapacidad absoluta. Dos palabras que me hundieron.
Y por una bendita casualidad conocí a Ana y me puse en sus manos. Gracias a ella mi vida cambió.
No sé si destacar su profesionalidad o su forma natural de hacerte sentir cómoda, su empatía.
Lo que necesitaba lo encontré en ella.
Un tratamiento  con diferentes técnicas y ejercicios que mejoraba mi parte física pero también me
dió una seguridad al sentirme capaz de controlar una situación que me angustiaba e incapacitaba.
Recuerdo que un día le pregunté qué hacer si me llamaban para la intervención quirúrgica.
Me dió la mejor respuesta, no me dio respuesta. Dijo que eso lo tenía que decidir yo.
Y eso me sirvió mucho, para saber que no me operaría y para muchas más cosas.
En el fondo, Ana fue además de una terapeuta una maestra en tomar el control del
propio cuerpo y de la propia vida.
Seis años después me siento bien. Vivo mi vida sin pensar en dónde y cuándo voy a tener que ir al
baño, conozco y controlo mejor mi cuerpo y sus avisos. He tenido algún escape, sí. Pero no me
da vergüenza hablarlo y al hacerlo he sabido que no soy la única a quien le pasa, que muchas
seguimos sin hablar porque nos parece vergonzante y/o sucio.  
Reconocer, hablar, compartir es muy importante. Contar mi experiencia con Ana Escudero es
decirles a mis amigas que si tienen problemas de control anal no tienen que esconderlo,
puede tener solución.
 Mercè Pifarré.

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